jueves, 2 de mayo de 2013

... Y A PEDRO


Por Hna. Blanca

Hoy quiero compartir algo, que hasta ahora me hace llorar cuando lo recuerdo…

Fue cuando en una oportunidad leí un mensaje con respecto a la restauración. No lo había tenido en cuenta, y agradezco al Señor Jesucristo por la luz que Él da por su Espíritu a muchos hijos suyos y llegan a nosotros a través de la lectura de libros en algún momento en nuestra vida. Es sobre el apóstol Pedro: Como sabemos, este discípulo le falló a Jesús al negarle tres veces, aunque un poco antes le había asegurado, llevado por un sincero impulso, “que si era posible iría aun a la muerte por Él”. Todos los pormenores de estos hechos lo encontramos en los cuatro evangelios (Marcos 14:26 al 31 y 66 al 72, Lucas 22:31 al 34 y 54 al 62 y Juan 18:15 al 18 y 25 al 27)

      Mateo 26
      30  Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.
      31  Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
      32  Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
      33  Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
      34  Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
35  Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
     
      69  Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
      70  Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
      71  Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.
      72  Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
      73  Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.
      74  Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
75  Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

      ¡Qué tristeza fue para Pedro! Pues luego de la negación, al volverse y encontrar la mirada de Jesús, se fue y lloro amargamente según podemos leer en Lucas 22:62. Es que él pensaba que no tendría oportunidad de enmendar este error, porque amaba al Maestro profundamente.

Pero ¡Qué gran misericordia la de nuestro Señor! Pues siguiendo con la lectura del evangelio (Marcos 16) luego de la crucifixión y trascurrido los tres días, al resucitar victoriosamente nuestro Señor Jesucristo, dejo un claro mensaje a los ángeles que quedaron en donde estaba la tumba vacía. Vemos en Marcos 16, “a leer todo el pasaje (desde el verso 1 al 8)”, el versículo 7 dice así;  pero id y decid a sus discípulos “Y A PEDRO” que Él va delante de vosotros a Galilea, allí le veréis como os dijo.

No puedo evitar que se me nuble la vista cuando llego a esta parte del versículo “Y A PEDRO” ¡Me conmueve tanto como Jesús cuido amorosamente ese detalle! Aquí se comprueba su palabra en la que afirma que; “habiendo amado a los suyos los amo hasta el fin” (Juan 13:1). Nunca debemos dudar de su amor que es eterno.

Jesús siempre supo que precisamente este discípulo le iba a negar, y también sabia de su profundo arrepentimiento porque Él es Dios
Luego nos podemos imaginar el reencuentro entre ambos, a leer el pasaje en el evangelio según Juan capitulo 21 versos 15 al 19, para comprobar la oportunidad que el Señor le dio a Pedro de manifestarle su amor.

Y ¿Qué reflexión nos trae esta meditación? Que mientras vivamos o mientras dure el “Día de Gracias”, siempre hay oportunidad de restauración.

Sé que hay hijos de Dios que se sienten alejados de Él, y creen que ya están desechados, pero no es así. El libro de lamentaciones capítulo 3 versos 31 al 33 dice así.

      Lamentaciones 3
      31  Porque el Señor no desecha para siempre;
      32  Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
33  Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.

También tenemos otras palabras de aliento en 2° Timoteo 2:13 y Salmos 51:17

Hoy quiero alentarte a que regreses a su camino, ¡Apresura tus pasos “no hay tiempo que perder”! Que Jesucristo vuelve es una realidad, es más; su venida es inminente, lo ha prometido y su palabra se cumplirá. Que te encuentre esperándole.

Y para terminar, confieso que yo también tuve mis experiencias relacionadas con “esto”, créanmelo, es por eso que esta estrofa de un himno que está entre mis preferidos, me toca tan de cerca:

                                                           Muchas veces cual un necio vil
                                                           Me fui de sus senderos
                                                           Más con afán Él fue por mí
                                                           Sus brazos me envolvieron…
                                                                                                          ¡Gracias Padre Bendito!
                                                                       ------amén-----

La paz del Señor hermanos.
La abuela Blanca.-

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