martes, 9 de abril de 2013

BUSCA A DIOS



Por el Hno. Martín B.

Busca a Dios

Jeremías 29:13
13 y me buscareis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

Esta es una gran promesa de nuestro Señor Jesús el Cristo. Él  ha dado su palabra, es fiel y verdadero diciendo: “y me buscaréis y me hallaréis”, son tan bellas estas palabras. Siempre se me pierde el celular por la casa, las hojas o algo por el estilo, y el sentimiento en ese momento es la inseguridad de no encontrarlo, pero no así con Dios, es 100% seguro que el que busca a Dios lo halla.
Nosotros somos los de poca fe, poca confianza, los que envés de clamar a Jesús corremos a la salita del barrio, a un abogado o a cualquier institución humana.
El Dios omnipotente sostiene el universo entero en la palma de su mano y lo hace sin ningún esfuerzo, El tiene todo el poder para librar de cualquier enfermedad, angustia o aflicción de los que claman a Él.
Como David dice en el salmo 34

4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.
8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.
17 Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.
           
Pero ¿Por qué muchos erran en su búsqueda? Pues, la respuesta está en el versículo principal de esta meditación Jeremías 29:13
y me buscareis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.”
Es porque no lo hacen de todo corazón ¿Qué significa esto? Que no lo hacen con un corazón de lealtad pura, siguen aferrándose a algo de este mundo.
Como un hermano una vez dio un ejemplo de una especie de monos que viven saltando de árbol en árbol. Y los machos de esta especie no tienen ningún problema en lanzarse de una, por así decirlo, de un árbol saltando por los aires hasta llegar al otro y parecen disfrutarlo los tipos.
Pero el caso es, con las hembras de esta especie, ellas al parecer no están seguras de saltar como los machos sino que en el tramo de pasar de un árbol a otro no sueltan la rama del árbol en el que están hasta que recién llegan al otro.

Dejémonos de seguir aferrándonos de las ramas de este mundo y lancémonos a Jesús, saltando hacia el abrigo del Altísimo, dejándonos atrapar por su omnipotencia


Esdras 8:22
 La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan.

La paz del señor Jesús

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